Cuidado de la piel: Hidrata profundamente y ayuda a restaurar la elasticidad de la piel, promueve la regeneración celular, ideal para pieles secas, envejecidas o dañadas y regula la producción de sebo, siendo útil tanto para piel seca como grasa.

Propiedades emocionales: Alivia el estrés y la ansiedad, promoviendo una sensación de calma y bienestar.

Propiedades antimicrobianas: Combate bacterias y hongos, lo que lo hace ideal para heridas leves y condiciones cutáneas como el acné.

Refuerzo inmunológico: Ayuda al cuerpo a combatir infecciones y fortalece las defensas naturales.

Cuidado de la Piel: Agrega 1-2 gotas a tu crema facial o corporal para hidratar y mejorar el tono de la piel. Mezcla 1-2 gotas con aceite de coco para calmar irritaciones o tratar áreas específicas.

Relajación: Utiliza en un difusor (5-8 gotas) para crear un ambiente relajante y reducir el estrés. Añade unas gotas al agua del baño para un efecto calmante y revitalizante.

Masajes Terapéuticos: Diluye 2-3 gotas en un aceite portador (como jojoba) para masajes relajantes que alivien tensiones musculares.

Cuidado Capilar: Añade 2 gotas a tu champú para nutrir el cuero cabelludo y promover un cabello saludable.

Uso Aromático: Inhala directamente desde el frasco para aliviar la ansiedad o la fatiga emocional.

Antiinflamatorio: Reduce enrojecimientos e inflamaciones cutáneas.

Antibacteriano y antifúngico: Protege contra infecciones en la piel.

Hidratante: Hidrata profundamente y restaura el equilibrio natural de la piel.

Antioxidante: Protege la piel contra el envejecimiento prematuro.

Calmante: Ayuda a equilibrar el sistema nervioso y fomenta la relajación.